Seguidores

Me niego explícitamente a ser una imagen de una imagen, un reflejo de un pasado que no es posible saber si ha existido. Me niego a ser vivido por el abandono o la soledad, por anegarme en el tedio.

Mis ojos —poco más será necesario— tienen que ser la primera herramienta de mi tarea. No quiero imponerme un trabajo abrumador y que me empuje al fracaso, quizá a la angustia, pero aún así debo procurar dar un sentido a tantas horas vacías, para que no sean horas siniestras.